viernes, 5 de mayo de 2017

Cadáver Certificado

Noticias, Quito-Ecuador

05/05/2017

La Tierra tiembla, los políticos tiemblan, los ciudadanos temblamos y el cielo sin hacernos caso tiene un azul intenso. Nubes de todos los colores se arremolinan cerca de las montañas, señal de que lloverá en alguna parte. Lloverá a correntadas y nos ahogaremos de tanta palabra sucia, de tanto grito destemplado, de tantos muertos. Los que se mueren de pronto y los que se vuelven a morir con sus huesos al aire. Y volveremos a creer en el Mesías, en los mesías que han venido a visitarnos que juegan con nosotros y se van sin volver a mirarnos.

Cadáver Certificado

miércoles, 18 de mayo de 2016

La muerte tiene prisa

Guadaña loca
apurada
viejos herreros te afilan al sol de la mañana.
Llega pensamos sin razón
no la necesita
se instala en el alma
empujando sus huesudos codos.
Aullan los lobos
sirenas trompos ruidosos
dan vueltas
y vueltas.
Rojos alacranes enfilados
sacan de los escombros
hilos, fotos, cartas
manos chiquitas y otras no tanto
muertos que hieden
muertos que transpiramos
de tanto verlos pensamos
ya no duele
ya no duele
ya no duele.
¡Carajo!
Cada día duele más.

miércoles, 27 de abril de 2016

La Tierra tiembla














Dormir
sueños confusos
duermevelas de muertos
perros asustados
parados junto a la pena
llantos lejanos que duelen 
llantos cercanos cercenados
sin oxígeno
sin oxígeno
sin oxígeno
sin pulmones
olor de la vida transformándose.
Odio en las carencias
reconciliación en el dolor
entrelazadas damos vueltas
manos
manos
muchas manos.
Quisieramos huir y no hay a donde
tiembla
tiembla todo
menos el mar calmo
volcanes que humeamos
queremos ser
seguir siendo
pájaros
manantiales
mariposas
y somos piedra.

jueves, 28 de marzo de 2013

INDECISIÓN



 













¿Para  dónde viro?
A la parsimonia del agua derramándose de a poquito
suspiros que no logran besar los ventanales
cochera llenándose de musgo
cuatro de la tarde y sin café.

Al empeño inútil de seguir rizando rizos
en aparatosa maquinaria que no va a ningún lado
intentos tibios de ordenar en fundas plásticas
basura colosal de templos comerciales
que inundan con rapidez el mar.

Al desencanto irresponsable
si el hambre se encuentra en cualquier parte
confundida en acrobáticas manos
en huidizos ojos negros
posados diestros en tejados y vitrales.

Al despecho fácil
si matamos a pedradas la esperanza
con absurdos inverosímiles que no llenan las canastas
mientras estelas pueblan grises
esquinas de mujeres solas delirando realidades.

A convenientes cotos escondidos
que alcanzan a las nubes
abstracciones máximas con olor a incienso y soledad
el último lugar a pisar con pies descalzos, dirías,
mientras sangras por frente y manos doloridas.

A empinados palacetes
donde ágil se parquea la torpeza
y días que no fluyen
detenidos en espesos cortinajes
impiden que pase el sol.

A la total indiferencia con que el mundo
saluda a los dioses del absurdo
mientras acabamos los recursos que nos quedan
las selvas encalvecen
y matamos los sueños coloridos.

 A farallones que encarcelan
infantes gritos doloridos
avenidas donde se abren los volcanes
dando paso a alientos gélidos
con negros nubarrones dibujándose en lo alto.

A la infamia de la vidas
que se cuelgan otras vidas
y no escuchan y no miran
como caen los gorriones
ennegreciendo los caminos.

¿Para dónde viro, Señor, para dónde?

sábado, 17 de noviembre de 2012

Perdiendo todas las batallas


















Sonidos de puertas que se cierran
rompen el silencio cargado de la tarde
suspiros de empeños truncos
reptan rígidas paredes en marcial escuadra
y trompetas graves doloridas
 anuncian que hoy intentaremos
inútil batalla contra el tiempo.
Y te busco.
Y no estás.

Recuerdos de fúnebres graznidos
se vuelcan sobre frías sábanas deshabitadas
moliendo escarchas grises
curiosa fantasía que regresa cobijada de neblina
y me lleva a la certeza que perdimos
cruenta  batalla contra el tiempo.
Y te busco.
Y no estás.

Agónicos resplandores
reflejos de cóncavos espejos
devuelven imágenes truncas
y remolinos de guitarras
entonan  himnos de hazañas imposibles
sacrílegas sonatas ratifican resultado
de fatuos humanos que lucharon contra el tiempo.
Y te busco.
Y no estás.

Dejo que la vida siga el curso
que grafitee  sórdidas historias
en crudos pergaminos
y me veo tendida en el camino
 el viento volcado en mis cabellos
dibujando  arabescos sobre polvo del olvido
de épicos relatos que ya nadie recuerda.
Y ya no te busco.
Y tampoco estás.

Geranio ingrato



 Pretendiendo que no vuelves
tu recuerdo se fragmenta
diluyéndose en el caudal del tiempo,
lo veo partir en hojas tarde
mas regresa apropiado
de incompletas ecuaciones que me asombran
agarrándose de los huesos
inundando de geranios los espacios.

Pretendiendo que no estás
cierro puertas con insistencia
pero los reflejos de nuestras horas
se reproducen en las células como un torrente
y su huella se adhiere a la columna dual del ADN.

Pretendiendo que no vienes
 tu presencia  se aleja mariposa inquieta
mas persiste oculta en mis cabellos
revoloteando con el viento
cruza fronteras infranqueables que estaban allí
desde cuando no sabía que el amor llega tan lejos.

Pretendiendo que no eres
le pintas geranios a la luna
con un pincel de esperas
que se nutre en lo profundo de tus ojos
y repites antiguos mantras
transportan a planicies arena sol
a ejércitos de picos puntiagudos que rayan nubes
reflejados en celestes lagunas solitarias.

Pretendiendo que no te amo
volutas grises me envuelven
por recorridos serpenteantes de la Ronda
en tardes andinas bañadas de sol
y te paseo pegado a mi piel
escondidas rutas de insomnio
laberínticos caminos de locura.

Pretendiendo que no vuelves
geranio ingrato
                vuelves siempre
sin volver.